Migración y supervivencia: los africanos y la práctica comercial top manta

Inmigrantes procedentes del África subsahariana comercian con productos falsos de marcas globales en el Passeig Marítim de la turística población de Sitges, España. (Sitges, 2018)

El comercio "top manta" se concentra en las zonas de alta movilidad de personas como en calles de áreas centrales, plazas, estaciones de metro y parques de ciudades como Madrid y Barcelona, así como los paseos marítimos en las poblaciones costeras.

Los comerciantes africanos extienden mantas sobre el piso para colocar artículos deportivos, gafas de sol y bolsos falsos de marcas globales como Adidas, Nike, Gucci, Armani, entre otras.

Como consecuencia de la súbita aparición de la policía, los comerciantes "top manta" han ideado un ingenioso sistema de cuerdas anudadas que recorren las cuatro esquinas de la manta. A la voz de alarma por la presencia de las autoridades, el sistema permite levantar rápidamente la mercancía mediante un tirón de la cuerda central de la manta.

El control sobre el comercio "top manta" es azaroso. A las temporadas en que se acentúan las redadas policiales preceden tiempos de libertad para los comerciantes africanos.

Una forma de control paralelo del comercio "top manta" recae directamente en el consumidor. Considerado como parte fundamental de la ecuación "top manta" se multa con 50 euros a la persona que sea sorprendida adquiriendo estos productos.

El comercio "top manta" es controversial por el impacto económico millonario de los productos fake sobre el comercio legal. Sin embargo, es la vía de supervivencia de cientos de inmigrantes que carecen de documentos para integrarse en el ya de por sí contraído mercado laboral.