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Els Castellers

Los castells o torres humanas están inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Intangible de la UNESCO 

Els Castellers: torres humanas
e identidad cultural en Cataluña

Las torres humanas o castillos (castells en catalán) son una de las manifestaciones culturales catalanas más conocidas en todo el mundo. Los castells constituyen parte de la compleja red de signos y significados que comprenden la cultura y la identidad catalanas. No por nada es una tradición con más de 200 años de existencia y que en la actualidad es practicada por al menos 8 mil personas o castellers. Desde noviembre de 2010, los castells están inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. 

Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès

"Los castells son reconocidos por los catalanes como una parte integral de su identidad cultural, transmitida de generación en generación, proporcionando a los miembros de la

comunidad un sentimiento de continuidad, cohesión social y solidaridad.”

COORDINADORA DE COLLES DE CASTELLERS DE CATALUNYA

Castellers de Sant Cugat de Vallès

Una persona se identifica con un grupo o colectividad cuando es capaz de interiorizar su complejo simbólico y cultural

La pertenencia social parte de la idea de que la identidad de un sujeto se define y construye por su pertenencia a una pluralidad de pertenencias o círculos de pertenencia. La pertenencia social supone la inclusión individual dentro de colectividades específicas, lo que provoca un sentimiento de lealtad mediante el desempeño de roles específicos que tienen que llevar a cabo dentro de la colectividad.

 

Pero, sobre todo, el sujeto tiene que ser capaz de apropiarse e interiorizar el complejo simbólico y cultural del grupo o colectivo, como es el caso del individuo dentro de una colla de castellers. Ahora bien, la pertenencia sólo se puede dar en grupos o colectividades, pues es ahí donde el individuo interactúa bajo reglas definidas. Sin embargo, no son los únicos ámbitos donde el sujeto puede establecer una pertenencia (aunque sea laxa), pues se señala la existencia de redes y categorías sociales, que suponen interrelaciones coyunturales (Giménez, 2000).

La pertenencia al grupo se da en términos de compartir el complejo simbólico-cultural que funciona como emblema. Giménez (2000) señala el complejo simbólico en términos de la representación social (estereotipo), pues supone que el hecho de pertenecer a un grupo o comunidad implica compartir las representaciones sociales que los caracteriza como tales, además de que permite interpretar la realidad en una forma compartida y determinada. 

 

Las colles de castellers son grupos sociales culturalmente definidos y delimitados, donde  los castellers asumen y comparten el complejo simbólico del grupo, es decir, los valores, normas, creencias, tradiciones y símbolos relacionados con la representación social que se tiene de los castells y castellers

Fuerza, valor, equilibrio y cordura: identidades culturales e identidad de los castellers

 

 

La palabra identidad hace referencia a “lo mismo”. La identidad opera tanto a nivel individual como colectivo. Incluye, por un lado, asociaciones con los rasgos que caracterizan a los miembros de un colectividad frente a los otros, aquellos que no pertenecen a la misma; y, por otro, a la conciencia que el individuo tiene de ser él mismo y distinto a los demás (Szurmuk y McLee, 2009) 

 

La característica más clara de la identidad es su carácter de distinguibilidad. Se parte de la idea de que la identidad se atribuye inicialmente a una unidad distinguible cualquiera. Pero, la posibilidad de distinguirse sólo se puede dar cuando ésta es reconocida por otros en determinados contextos de interrelación y comunicación. Es decir, la distinción (sea individual o colectiva) requiere del reconocimiento social, lo que permite que el individuo sea reconocido social y públicamente como existente (Giménez, 2000)

Se afirma, entonces, que la identidad requiere un autorreconocimiento (de sí y para sí), pero también un heterorreconocimiento (por otros). El heterorreconocimiento está relacionado a la doble dimensión de la identidad; por un lado, la que permite su propia continuidad y la hace reconocible por los otros; la segunda, la capacidad de distinguirse de los otros y que los otros reconozcan esa distinción (Giménez, 2000).

"força, equilibri,

valor

i seny”

Castelles de Vilnova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès
Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès

Historia

La práctica de levantar torres humanas se extiende hoy en día a todo el territorio catalán. Sin embargo, sus raíces se hallan en la provincia de Tarragona. Algunas fuentes sugieren que históricamente se limitaba a la zona del Camp de Tarragona y el Penedès, aunque se reconoce que es en la población de Valls donde nace esta tradición. La información al respecto señala que en Valls se levantaban torres humanas, pero no como un performance independiente, como ocurre hoy día, sino como parte de la estructura de una danza conocida como Ball de Valencians. Este baile concluía con el levantamiento de una vistosa torre humana. 

Como toda manifestación cultural, producto de la creación humana, los castells han sufrido cambios y transformaciones adaptativos relacionados con los  procesos históricos. Presenta, a lo largo de sus 200 años de historia, tanto periodos de latencia como de una sostenida expansión territorial asociados al contexto histórico y al interés de las personas por practicar los castells. De esta manera, en la actualidad existe una gran efervescencia de colles de castellers organizadas en diversos pueblos y barrios de ciudades, las cuales se presentan (y compiten con otras colles) en las festividades más representativas de cada población. Gracias a este mecanismo, els castellers han generado un sentido de identidad tanto local como uno más amplio, al ser parte de esa área cultural que es Cataluña.

Castellers de Sant Cugat de Vallès

Precisamente, los momentos de mayor auge de los castells en el siglo XIX se ubican dentro de los grandes procesos históricos referentes a las construcciones nacionales, tanto en Europa como en América Latina. Cabe recordar que durante ese siglo se originó una intensa investigación y construcción de las tradiciones nacionales (Hobsbawm, 2004; Hobsbawm y Ranger, 2012), basada en el concepto de cultura que habían teorizado los filósofos románticos alemanes como Herder.

La construcción de las naciones, en tanto búsqueda de los aspectos culturales que las distinguían (el espíritu de los pueblos), cobró forma en Cataluña a través del movimiento de la Jove Catalunya, cuya inspiración bien puede encontrarse en el proceso de construcción nacional italiana.

Esta espectacular expansión de los castells comenzó a menguar con el declinar del siglo XIX. El declive fue tan espectacular como su auge, al punto de poner en peligro la persistencia de los castells como tradición. Los castells fueron recuperados hacia 1926, con la organización de colles de castellers fuera de Tarragona.

 

Durante el Franquismo, los castells quedaron latentes hasta el retorno de la democracia y la autonomía, coyuntura que propició un nuevo respiro en esta tradición. 

 

Pero es a partir de 1990, una década caracterizada por la búsqueda y manifestación mundial de identidades culturales (sexuales, ecológicas, étnicas, feministas), en que gran número de personas se organizaron en colles en casi todo el territorio catalán. 

Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès

En la actualidad, el fenómeno de las colles de castellers sigue en expansión hacia las zonas de influencia histórica catalana como la Catalunya del Nord, en las villas francesas de Saint-Jean-Pla-de-Corts y Baho, y en Palma de Mallorca y Manacor en las Islas Baleares.

 

Para tener una noción más certera de las dimensiones del fenómeno sociocultural de los castells, la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya señala la existencia de 8 mil castellers agrupados en 60 colles en activo.

Los castellers:
un grupo social

Una práctica cultural como la de los castells requiere de una organización social que agrupe a los participantes, conocidos como castellers. Estos grupos sociales se denominan colles. Según el Gran Diccionari de Llengua Catalana, la colla denomina al conjunto de personas reunidas libre y deliberadamente. La segunda acepción profundiza y complementa el término, acercándonos a las características fundamentales de las colles de castellers: el conjunto de personas que trabajan o actúan juntas para una tarea determinada. Así, encontramos en el ámbito de la cultura popular las colles de castellers, de sardanas (sardanista), de gigantes (gegantera) y de músicos, como las de grallestimbals, entre otras.

NUMERALIA

  • 8 mil personas son castellers

  • 60 colles están registradas

  • 8 mil castillos al año

COORDINADORA DE COLLES CASTELLERES  DE CATALUNYA

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Castellers de Vilanova i la Geltrú y Sant Cugat en Sant Cugat del Vallès

Siendo un grupo social, el sujeto que se integra acepta, comparte e interioriza una serie de normas, valores, reglas, rituales, prácticas, símbolos y significados que lo reconocen como miembro de la colla. Los integrantes de la colla (como sucede en las colectividades culturales) son capaces de apropiarse e interiorizar el complejo simbólico y cultural del grupo, y se espera que representen el rol que se les asigna.

 

Al compartir el complejo simbólico-cultural, tanto en el grupo como en la colectividad más amplia, se experimenta el sentido de pertenencia y lealtad. El complejo simbólico-cultural funciona como emblema del grupo, equiparable a la representación social (estereotipo) que de ese grupo o colectividad se construye por la sociedad.

El sentido de pertenencia remite a la identidad. Según Hutchinson y Smith, la identidad [étnica] se entiende como el “nivel de identificación individual con una colectividad culturalmente definida; el sentimiento por parte del individuo de que él o ella pertenece a una comunidad cultural” (Hutchinson y Smith, 1996: 5). Además, como recuerda Huntington: “la identidad cultural es lo que resulta más significativo para la mayoría de la gente.” (Huntington, 1997:20)

Los castells y las formas de organización social de los castellers son un ejemplo de organización democrática y participativa. Son organizaciones abiertas e inclusivas, pues cada miembro de la colla conforma una pieza fundamental en el trabajo en equipo que se requiere para lograr con éxito el levantamiento del castillo.

 

Como espacio social, las colles son espacios de solidaridad, cohesión social e integración, especialmente con aquellas personas que se integran recientemente. Son grupos en los que existe una intensa convivencia y que se caracterizan por su pluralidad, ya que integra a personas de diverso origen social, cultural y generacional. 

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[de collar]

colla


f 1 SOCIOL 1 Conjunto de personas reunidas deliberada y libremente. Una colla de amigos. Una colla de ladrones. 

  
2 esp Conjunto de personas que trabajan o actúan juntas en una tarea determinada. Una colla de segadores. Colla de castillos, de sardanas, de gigantes.

www.diccionari.cat

"Las colles de castellers fomentan un modelo asociativo abierto, participativo y democrático, que se fundamenta en la libre pertenencia al colectivo, la renovación frecuente de sus componentes, la libre elección de sus dirigentes..."

COORDINADORA DE COLLES CASTELLERES DE CATALUNYA

Por lo tanto, las colles son consideradas promotoras del civismo, ya que fomentan valores fundamentales de la sociedad como el trabajo en equipo, el compromiso colectivo, la tolerancia, la solidaridad y el espíritu de superación.

 

Las colles funcionan como herramientas de integración social, ya que para el logro del fin último, el levantamiento del castell, es necesaria la participación de gran cantidad de gente que se organiza, colabora y trabaja en equipo. 

 

Como herramienta de integración social es fundamental para personas de orígenes diversos, como algunos inmigrantes que se incorporan a las colles. En las colles, por lo tanto, se encuentran personas de diversidad social, cultural y hasta lingüística.

Castellers de Sant Cugat de Vallès

En Cataluña, es bien sabido que las colles son una excelente herramienta de cohesión e integridad social.

 

Fuera del ámbito cultural catalán, en Santiago de Chile se ha establecido un programa social con la formación de una colla de castellers, como instrumento para favorecer la integración social de personas en riesgo de exclusión.

Los castells y castellers

Los castellers utilizan una indumentaria característica y distintiva basada en camisa, pantalón blanco, faja y pañuelo. Las colles se identifican por el color de la camisa, que varía de acuerdo a la localidad que representa cada una. La faja, cuyo origen remite a la vida rural catalana, debe colocarse bien ajustada, ya que es esencial para proteger la espalda; además, funciona como punto de apoyo para los castellers durante el ascenso y descenso de la torre. El pañuelo rojo con motas blancas se lleva anudado en una o varias partes del cuerpo, como en la cabeza, sobre la faja, alrededor del cuello o anudado en la muñeca.

"Existen colles integradas desde 75 personas y otras tan grandes que alcanza los 500 miembros"

En Chile, las colles de castellers se han aplicado para la integración social con personas en riesgo de exclusión

Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès

Las colles varían en el número de integrantes. Según los datos, los miembros de una colla oscilan entre las 75 y las 500 personas. Las colles siempre están asociadas a una localidad, sea una villa, un pueblo o un barrio de una ciudad. Esta relación íntima con la población y el hecho de que las colles actúan particularmente en las fiestas mayores, permite establecer un fuerte sentido de identidad cultural compartida y local, sobre todo cuando la interacción se da entre colles de distintos pueblos.

Castellers de Sant Cugat de Vallès

Las presentaciones de los castellers se dan durante el año entre abril y noviembre, aunque excepcionalmente existen algunas durante el invierno y al comienzo de la primavera.

 

Cada colla se presenta entre 20 y 30 ocasiones en el año. Cabe destacar que las colles no actúan solo en su localidad, pues pueden participar, por invitación, en las fiestas o diadas de otras poblaciones, así como en eventos y encuentros.

Grallers de Sant Cugat del Vallès

Parte esencial de la cultura casteller es el acompañamiento musical. La música tradicional marca los ritmos en la construcción del castell a través de toques o tocs. A estos músicos se les conoce como grallers, pues utilizan un instrumento de viento llamado gralla

perteneciente a la familia del oboe. 

Los castells forman una tradición cultural cuya práctica, elementos, acompañamiento musical, significados, tipologías y la técnica de construcción se han transmitido de manera informal de generación en generación, gracias a la continuidad de los miembros de las colles. Para la permanencia y futuro de estos saberes populares, la participación de niños y adolescentes es fundamental, pues son relevos generacionales en la transmisión de la cultura castellera. La continuidad dentro de las colles se verifica con el paso de los años, pues los líderes y miembros de mayor edad de las colles iniciaron como castellers desde los 7 u 8 años de edad. 

 

Si bien en la actualidad la composición de las colles es heterogénea, ésta no siempre fue así. La participación femenina estuvo excluida hasta apenas la década de 1980, fecha en que se permitió su incorporación. Hoy día existen levantamientos de castells exclusivamente femeninos.

Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès
Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès
Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès

Como en todos los grupos con fuerte sentido de pertenencia, diversos aspectos del ciclo de vida se estructuran hacia dentro de la colla. El noviazgo y el matrimonio (o relaciones formales de pareja), son ejemplos de reproducción social entre los castellers.

 

Los lazos que se establecen entre los miembros son tan estrechos que el nacimiento de un hijo o una hija de un casteller supone un evento importante. Para integrarlo como miembro de la sociedad y del grupo, la criatura debe ser socialmente aceptada. Las visitas para conocer al recién nacido se ritualizan; una especie de ritual de paso, a la manera de Gennep, que simboliza su transformación como miembro del grupo. 

 

En alguna ocasión registré cómo una colla de gralles i timbals, en sus tradicionales pasacalles, se detenía frente a un edificio.  De uno de los balcones, se desplegaba la insignia de una colla de castellers: un banderín del color representativo de la colla con el estampado del logo, así como la bandera catalana. Al escuchar la música, el casteller se asomó al balcón cargando en brazos a un recién nacido. En ese momento, los músicos interpretaron una canción tradicional, como símbolo de saludo y bienvenida del nuevo ser. La visita se dio por formalizada al dejar pasar a los integrantes. Una vez fuera, los músicos dedicaron otra melodía al niño, ahora ya socialmente reconocido por la colla como miembro del grupo o colectividad.

La importancia de los castells como parte del tejido simbólico cultural catalán, no solo se halla en el acto performativo; es decir, en la escenificación de los castillos. Como práctica y organización socioculturales, sus normas, valores, vocablos, creencias y sentires trascienden para penetrar en la cotidianidad de ese contexto cultural más amplio al que pertenece, que es la sociedad catalana. 

 

La presencia de vocablos y significados propios de la tradición de los castells, se escucha en el habla cotidiana. La expresión fer la pinya (hacer la piña) es quizá la más representativa por sus connotaciones de trabajo conjunto y colaborativo, fundamental para levantar un castell. Su uso en el día a día de los catalanes mantiene su sentido original al ser utilizado como sinónimo de trabajar en equipo.

 

Homenatge als Castellers Bacelona
Diada dels Castllers en Sant Cugat del Vallès

La importancia que han tomado los castells como símbolo de pertenencia cultural se observa en los diversos monumentos erigidos en poblaciones como Valls, Vilafranca, El Vendrell, Tarragona o en la misma ciudad de Barcelona, donde la polémica obra Homenatge als castellers, del escultor catalán Antoni Llena i Font, se levanta en la Plaça de Sant Miquel. Asimismo, al ser incluidos como parte de los Tesoros de la Herencia Cultural Intangible de Cataluña y Andorra, gracias al sentir de más de 37 mil personas que votaron por Internet en 2008.

Homenatge als Castellers Barcelona
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La participación de los más jóvenes es fundamental en los castillos: se les denomina enxaneta y son los encargados de la importante labor de culminar el castell. Al llegar a la punta, los nenes tienen que fer l'aleta, un movimiento con la mano para indicar que el castillo se levantó con éxito y llegó el momento de comenzar a descargarlo

FER L'ALETA: UN TRABAJO CLAVE
PARA LOS MÁS JÓVENES

Los castells, estructura
         y  tipología

En los castells se distinguen las diversas partes que lo componen y que cuentan con una nomenclatura específica. 

 

Para sostener la torre, se requiere de la participación de la mayor cantidad posible de gente para dar fuerza a la base. Esto se denomina fer la pinya o hacer la piña.

 

La colaboración es fundamental y para ello acuden los espectadores, personas del pueblo, visitantes y gente de las colles participantes.

 

Particularmente, para formar la pinya acuden los miembros de mayor edad de la colla.

Castellers de Sant Cugat de Vallès
Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès

A la estructura se le conoce como tronc o tronco. Es la parte que comienza a partir del segundo nivel. En los niveles más bajos de la torre participan generalmente los hombres con mayor fuerza y peso, pues deben soportar el resto de la estructura. A partir de ahí, los niveles más altos son construidos por personas, hombres y mujeres, de peso inferior.

Los tres últimos niveles requieren la participación de los chicos y chicas más jóvenes. Estos niveles se conocen como pom de dalt. Están conformados por los dosos, l’aixecador y l’enxaneta. Este último es el nombre que recibe un nene o una nena que sube hasta la cima, marcando así la conclusión del castell

 

Por su altura, los castells puede levantarse en 6, 7, 8, 9 y 10 pisos. En realidad, pocas colles logran los 9 pisos y los de 10 son excepcionales, pues hasta ahora solo se tiene registro de dos.

Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès

La denominación o tipo de castells está determinada por tres características: por su altura, por el número de castellers por piso y por la estructura de su base.

"Aunque en teoría un castell puede alcanzar los 10 pisos, éstos solo se han logrado en dos ocasiones a los largo de la historia" 

 

El número de castellers por piso forma la siguiente denominación. Se requieren dos, tres, cuatro o cinco personas por piso para un castell. Excepcionalmente puede haber un número mayor: siete, nueve o doce. Cuando el castell se forma con una sola persona por piso, se le conoce como pilar. La construcción de pilares se realiza al inicio y al final de la presentación de los castellers.

 

Precisamente de la combinación entre el número de personas por piso y el número de pisos es que el castell recibe su nombre. Si un castell, por ejemplo, tiene ocho pisos con tres personas por piso, se le conoce como tres de ocho (tres de vuit).

 

Por último, según la estructura de la base. Como se mencionó, a la base se le conoce como pinya y requiere de la participación de mucha gente.

 

La pinya da fuerza y apoyo a toda la estructura.

 

Algunos tipos de construcciones complejas requieren una segunda pinya, más pequeña, que va encima de la anterior. Se le conoce como folre. Si la estructura lo requiere, en particular los castells muy altos, se coloca una tercera pinya, conocida como les manilles

 

Las innovaciones en las estructuras de los castells han multiplicado los nombres con que se les conocen.

Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès
Castellers de Sant Cugat de Vallès
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Els Castellers

GLOSARIO

  • Carregar: levantar el castillo

  • Castell: castillo

  • Casteller: miembro de una colla de castells

  • Colla: reunión de personas

  • Descarregar: deshacer el castillo

  • Enxaneta: última pieza del castillo

  • Fer l'Aletamovimiento de mano que hace l'enxaneta para indicar que llegó a lo más alto. Acto con que se descarga el castillo

  • Gralles: instrumento de viento que marca los ritmos del castillo

  • Grallers: músicos de gralles

  • Pinya: base que soporta el castillo

  • Toc de castells: toque de música tradicional que marca momentos en la construcción del castillo

Cuando se forma la pinya (carregar el castell), comienza la música de gralles con el toc de castells. A medida que la torre se va formando, los grallers emiten más tocs o toques. El castell se acaba de cargar cuando él o la enxaneta llega a lo alto de la torre y hace una señal con la mano (fer l’aleta), con lo que la música toca de nuevo para que los castellers comiencen a descender. Si logran bajar sin que ninguno caiga, se dice que el castell s’ha descarregat.

Castellers de Vilanova i la Geltrú en Sant Cugat del Vallès
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Diada dels Casteller en Sant Cugat del Vallès

Los castells, además de su belleza, espectacularidad y tradición, son una organización social que genera sentimientos y experiencias que construyen identidades en los niveles individuales y colectivos.

 

Pertenecer a una colla de castellers confiere una identidad, un sentido de pertenencia al grupo que permite la reproducción cultural.

 

En el nivel colectivo, los catalanes no solo consideran a los castells como parte de su herencia cultural, sino como una expresión de su identidad cultural. 

El proyecto fotodocumental de los Castellers inició en 2016, fecha en que se realizaron las fotografías durante la Diada del Castellers, en Sant Cugat del Vallès, Barcelona, en noviembre de aquel año.

En aquella diada, participaron las colles de castellers de los Guasacs de Sant Cugat y los Bordegassos de Vilanova i la Geltrú. 

Castellers de Sant Cugat de Vallès

Referencias

  • Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya http://www.cccc.cat (Recuperado el 28 de agosto de 2018)

  • Documento de nominación para la inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Intangible, Nairobi, noviembre de 2010 https://ich.unesco.org/en/RL/human-towers-00364 (Recuperado el 28 de agosto de 2018)

  • Giménez, G. (2000). Materiales para una teoría de las identidades sociales. En J. M. Valenzuela, Decadencia y auge de las identidades. Cultura nacional, identidad cultural y modernización (segunda ed., págs. 45-78). Tijuana: Colef, P&V.

  • Huntington, S. (2015). El choque de las civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Barcelona: Paidós

  • Hutchinson, J. y S. Smith (eds.) (1996). Ethnicity. Londres: Oxford University Press

  • Hobsbawm, E. y  T. Ranger (2012). La invención de la tradición. Barcelona: Crítica

  • Hobsbawm, E. (2004). Naciones y nacionalismos desde 1780. 2ª edición. Barcelona: Crítica

  • Szurmuk, M. y R. McKee (coords) (2009). Diccionario de Estudios Culturales Latinoamericanos. México: Instituto Mora, Siglo XXI Editores

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