Migración y prostitución: dominicanas en Buenos Aires
- Manuel Gerez
- 30 ago 2018
- 3 Min. de lectura

Una pareja de inmigrantes dominicanos se reúne, tras la jornada laboral, en la Costanera de la ciudad de Buenos Aires, Argentina (2011).
La presencia de migrantes dominicanos es notable en varias partes del mundo. Las causas de la migración son diversas, pero similares al resto de los países subdesarrollados: la difícil situación económica local y la búsqueda de mejores empleos y calidad de vida. La complicada realidad dominicana se agudiza desde la década de 1980 como consecuencia del proceso de globalización económica y los cambios en las dinámicas laborales mundiales.
En República Dominicana, como en el resto de América Latina, la incorporación de las mujeres al trabajo asalariado es un fenómeno más o menos reciente y progresivo, que responde a los cambios provocados por los procesos de industrialización y urbanización en la región.
Las mujeres y las áreas de inserción en el mercado laboral
Las mujeres dominicanas provenientes de zonas rurales o zonas urbanas marginadas se incorporan al mercado de trabajo asalariado como obreras, en el servicio doméstico y la prostitución, si bien inicialmente local, pero más tarde también como trabajo globalizado. Las tres áreas de inserción laboral, sean locales o globales, se caracterizan por su precariedad. Para el caso de las obreras, los salarios de la República Dominicana se mantenían por debajo de los percibidos en países considerados de bajo coste de mano de obra como Nicaragua y Honduras.
Para el caso de las dominicanas migrantes a España que se insertaron en el mercado laboral como trabajadoras domésticas asalariadas, las garantías y prestaciones establecidas por la legislación en materia laboral eran prácticamente desatendidas por los contratistas españoles, además de ser discriminadas, excluidas y en varios casos maltratadas.
Las circunstancias en que las jóvenes dominicanas eran captadas por las redes de prostitución, no era del todo diferente. Eran enganchadas con adelantos de dinero por las redes internacionales de trata de personas para la explotación sexual, bajo la pantalla de atractivas ofertas de empleo en el extranjero. La migración femenina dominicana relacionada al ejercicio de la prostitución es extensa y obedece al menos a tres condiciones: la primera es la decisión personal de trabajar en el comercio sexual, un trabajo plenamente femenino pero bajo el dominio masculino. La segunda se refiere a los mecanismos que utilizan las redes de explotación sexual para atraer a las mujeres jóvenes; éstas son enganchadas a través de ofertas de empleos bien remunerados, que en República Dominicana difícilmente encontrarían. Los operarios de las redes realizan fuertes adelantados de dinero bajo el pretexto de ayudarlas a costear el traslado al extranjero, con lo que las jóvenes quedan endeudadas, encadenadas a las redes y obligadas a pagar fuertes sumas de dinero. La tercera es por consenso familiar. Algunas familias, como parte de su estrategia económica de supervivencia, consensúan que las mujeres (inclusive madres de familia) laboren como prostitutas.
Dominicanas en Argentina
El fenómeno migratorio dominicano tiene una importante presencia en varios países, como Estados Unidos, España y algunos países Latinoamericanos. Si bien el principal destino de los migrantes dominicanos era España, la International Organization of Migration (OIM) de la ONU detectó en la década de 1990 un flujo migratorio en cantidades sin precedentes de mujeres jóvenes a la Argentina.
Estas migrantes isleñas forman parte de contingentes de mujeres de diversos paises captadas por las redes internacionales de trata de personas para la explotación sexual.
La situación de las dominicanas no es única. Los datos para el caso de Argentina incluyen mayoritariamente a paraguayas y brasileñas, quienes son captadas por las redes en las provincias fronterizas del norte del país.
La particularidad de las dominicanas no solo hace referencia a su lejana procedencia desde el Caribe al Cono Sur, sino que cuantitativamente ocupan el tercer lugar de extranjeras captadas por las redes internacionales en ese país sudamericano, detrás de mujeres procedentes de Paraguay y Brasil.
Si bien este segmento de mujeres es solo una parte de la realidad de los migrantes dominicanos en la Argentina, ya que como cualquier grupo de migrantes la diáspora dominicana es muy diversa y presenta distintas formas de inserción laboral, la construcción del estereotipo basado en la prostituta y el delincuente, o bien, el binomio prostitución-peluquerías, es la representación social del dominicano que persiste entre los argentinos y promueve su discriminación. Fuentes Ariza, M (ene-abr 2004). "Obreras, sirvientas y prostitutas. Globalización, familia y mercados de trabajo en República Dominicana (págs. 123-149)". Estudios Sociológicos, Vol. XXII, Núm. 1
International Organization for Migration de la ONU http://www.iom.int (Recuperado el 23 de agosto de 2018) Watson, C. (18 de junio de 2009), "The Globalization of Sex". En CBC News Canadá https://www.cbc.ca/news/world/the-globalization-of-sex-1.777957 (Recuperado el 23 de agosto de 2018
Comments